Magia que se puede tocar. Los espectadores pueden ver pequeños milagros a pocos centímetros de sus ojos. Es una experiencia en primera persona que siempre sorprende profundamente por su cercanía y claridad. Cada experiencia es única, ya que depende del trato personal del espectador y el mago. Ideal para pequeños grupos, restaurantes de mesa en mesa, cócteles de empresa, para hacer de pie, sentado...

Es el tipo de magia más versátil, ya que anda a caballo entre la magia de cerca y los grandes escenarios. Es magia muy divertida y fácil de seguir con participación activa del público. Recomendable para grupos desde 30 a 200 personas aproximadamente. Es una mezcla de magia hablada, magia musical y mucho humor. Perfecto para cenas de empresa, casas de cultura, salas de actos o presentaciones de productos.

Pensada para grandes lugares con público de entre 200 y 2000 personas. Magia muy visual y fácil de seguir a distancia. Se reliza con objetos grandes y se apoya a menudo con música. Pensada para escenarios, teatros o palacios de congresos.